Resumen del Libro de Génesis
Génesis es el primer libro de la Biblia y la trama se divide en dos partes principales: del capítulo 1 al 11, donde se relata la historia de Dios y todo el mundo, y del capítulo 12 al 50, que relata la historia de Dios y un hombre, Abraham, y su familia.
Estas dos partes están conectadas por un relato que los une, que aparece a comienzos del capítulo 12. Este diseño nos da una pista para entender el mensaje global del libro de Génesis y la forma en que se presenta la historia de toda la Biblia.
Escuche el capítulo 1 del Génesis en el que Dios crea el Universo
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Génesis comienza con lo que Dios hace, con el desorden y la oscuridad, según se describe en la segunda frase de la Biblia. Dios lo transforma en orden, belleza y bondad. Crea un mundo donde la vida puede prosperar.
Dios crea al hombre a su imagen y semejanza
Dios crea a unas criaturas, llamadas humanos, «Adán» en hebreo. Los hace a su imagen. Esto está relacionado con el papel y el propósito de ellos en el mundo de Dios. Dios crea a los seres humano para reflejar su carácter en el mundo y les asigna la tarea de ser los representantes de Dios, para gobernar el mundo. En contexto, esto significa que deben explotar todo su potencial para cuidarlo y convertirlo en un lugar en que pueda surgir más vida.
Dios bendice a los humanos, aspecto clave del Génesis, y les da un jardín, un lugar donde comenzar a construir este nuevo mundo. La clave es que los humanos pueden elegir cómo van a construir el mundo, lo que está representado por el árbol del conocimiento del bien y el mal. Hasta aquí, Dios ha provisto y definido lo que es bueno y lo que no es bueno.
Dios le da al hombre dignidad y libertad
Pero, ahora, Dios les da a los humanos la dignidad y la libertad de elegir si confían en la definición del bien y el mal provista por Dios o si actúan independientes de Dios y ellos mismos definen lo bueno y lo malo. Hay muchísimo en juego. Revelarse contra Dios es recibir la muerte porque significa rechazar al mismísimo dador de la vida, lo cual está representado por el árbol de la vida.
En el capítulo 3, aparece una figura misteriosa: la serpiente. Solo se dice que ella es una criatura hecha por Dios. Queda claro que es una criatura que se ha rebelado contra Dios y que quiere llevar a los humanos a rebelarse y a morir. La serpiente afirma algo diferente acerca del árbol y de la libertad de elegir. Según ella, adquirir el conocimiento del bien y el mal no los matará, sino que les dará vida y los hará iguales a Dios.
La serpiente
La ironía es la tragedia que le sigue, porque los humanos ya eran como Dios. Habían sido creados para reflejar la imagen de Dios. Pero, en lugar de confiar en Dios, los humanos deciden independizarse, adquieren el conocimiento del bien y el mal y, de inmediato, todo el relato se viene abajo, sin control.
La primera víctima es la relación de los seres humanos. El hombre y la mujer se dan cuenta de lo vulnerables que son, ni siquiera pueden confiar el uno en el otro. Así es que se hacen prendas para esconder el cuerpo el uno del otro.
Consecuencias del pecado original
La segunda víctima es la intimidad entre Dios y los seres humanos. Así es que huyen y se esconden de Dios, y, cuando Dios los encuentra, ellos se culpan entre sí para demostrar quién se había rebelado primero.
Aquí el relato se detiene y, con una serie de poemas breves Dios advierte a la serpiente y a los seres humanos las trágicas consecuencias de sus acciones.
Primero, Dios le dice a la serpiente que, a pesar de su aparente victoria, está destinada a la derrota y a comer polvo. Dios le promete que, un día, un descendiente saldrá de la mujer y la herirá de muerte en la cabeza. Son muy buenas noticias; pero esta victoria tendrá un costo, porque la serpiente también herirá de muerte al descendiente, en el talón, cuando él le aplaste la cabeza. El vencedor herido es una promesa bastante misteriosa.
Caín y Abel
Pero, hasta esta parte del relato, esto es una manifestación de la gracia de Dios. Los seres humanos se rebelaron contra lo que Dios hace, pero Dios promete rescatarlos. Sin embargo, esto no borra las consecuencias de sus decisiones humanas. Dios advierte que todos los aspectos de la vida, en casa y afuera en el campo, a causa de su rebelión, estarán llenos de aflicción y dolor. Y que todo esto los llevará a la muerte. A partir de aquí, la historia comienza su decadencia. Del capítulo 3 al 11, queda registrado el efecto en cadena de la rebelión y la rotura de las relaciones en todos los aspectos.
Tenemos la historia de dos hermanos: Caín y Abel. Caín envidia tanto a su hermano, que quiere asesinarlo. Dios le advierte que no ceda a la tentación, pero Caín cede de todas formas y asesina a Abel en el campo.
Lamec
Luego, Caín construye una ciudad donde reina la opresión y la violencia. Esto se ve perfectamente representado en la vida de Lamec. En la Biblia, Lamec es el primer hombre en tener más de una esposa, las acumula como si fueran cosas que se pueden poseer. Entona una breve canción para decir que es más violento y vengativo que Caín.
Después de esto, viene una rara historia que trata acerca de «los hijos de Dios», término que podría referirse a seres angélicos del mal o a reyes antiguos que afirman ser descendientes de los dioses. Al igual que Lamec, ellos tienen todas las esposas que desean y dan origen a los Nefilim, grandes guerreros de la antigüedad.
El diluvio universal
Cualquiera de las dos opciones está bien. El punto es que los seres humanos están construyendo reinos, que llenan el mundo de Dios de violencia y de mucha más corrupción. Como respuesta, Dios tiene el corazón roto de tanta aflicción. Los seres humanos están destruyendo el mundo bueno que Dios creó, y se están destruyendo entre sí.
Por la pasión que tiene Dios de proteger lo bueno de su mundo, elimina la maldad del ser humano con una gran inundación. Pero decide proteger a un ser humano inocente: Noé y su familia. Dios lo nombra el nuevo Adán. Le vuelve a dar su bendición divina y le encarga volver a entrar al mundo. Esto es muy esperanzador, pero Noé falla también y, también, en un jardín.
Planta una viña y se embriaga hasta perder el conocimiento. Uno de sus hijos, Cam, hace algo vergonzoso a su padre en la tienda. Tenemos al nuevo Adán, desnudo y avergonzado, al igual que el primero. Y vuelve a comenzar la decadencia sin control. Todo lleva a la fundación de la ciudad de Babilonia. El pueblo de la Antigua Mesopotamia se forma en torno a una nueva tecnología: el ladrillo.
La torre de Babel
Con él, pueden construir ciudades y torres más grandes y más rápido que nunca nadie en la historia y deciden construir un nuevo tipo de torre que llegue hasta los dioses, para tener gran renombre. Esto es una imagen de la rebelión y la arrogancia humana. Aquí se vuelve a evidenciar la rebelión del jardín.
Entonces, Dios los humilla y los dispersa. Este es un conjunto de relatos diversos que abordan un punto fundamental en común: Dios sigue dando a los seres humanos la oportunidad de hacer lo correcto con su mundo, pero ellos siguen destruyéndolo. Estos relatos sostienen que vivimos en un mundo bueno que nosotros hemos convertido en malo. Y que todos, por nuestra propia cuenta, hemos decidido lo que es bueno y malo. Con lo que hemos creado las separaciones de este mundo y causado conflictos, violencia y muerte.
Abraham
Pero aun así sigue habiendo esperanza. Dios promete que, un día, vendrá un descendiente: el vencedor herido que vencerá el mal y la fuente de esta. A pesar de la maldad de la humanidad, Dios está decidido a bendecir y a rescatar su mundo.
Entonces, la gran pregunta es ¿qué va a hacer Dios al respecto? ¿Qué hará Dios para rescatar y redimir su mundo?
Con toda la dispersión en Babilonia, el autor sigue la genealogía de esta particular familia,
que llega eventualmente a un hombre llamado Abram, después conocido como Abraham.
Y la promesa de Dios a Abraham, al principio del capítulo 12 abre un movimiento completamente nuevo en la historia.
La promesa a Abraham
Dios llama a Abraham a dejar su casa e ir a la tierra de Canaán, la cual, dice Dios, un día será suya. Y en esa tierra Dios le promete a Abraham convertirlo en una gran nación. Hacer su nombre grande y bendecirlo.
Ahora veamos como estas promesas están conectadas a partes anteriores del libro. Vimos que Babilonia había tratado de, arrogantemente, hacerse con un gran nombre para sí misma y eso no acabó demasiado bien.
Pero Dios en su generosidad va a otorgar un gran nombre a este hombre desconocido llamado Abraham. La bendición de Dios a Abraham se hace eco con aquella bendición original que Dios dio al hombre en el principio.
Así que ahora la pregunta es ¿por qué Dios va a bendecir a Abraham y a su familia?
La última parte de la promesa de Dios deja esto claro: “para que todas las familias de la tierra encuentren la bendición de Dios en ti”.
El pueblo de Israel
Esto es clave para ir entendiendo todo el resto de la historia Bíblica. El plan de Dios es el de rescatar y bendecir su mundo rebelde a través de la familia de Abraham. Esta es la razón por la cual todo el resto de la historia del Antiguo Testamento simplemente se va a concentrar en esta particular familia, eventualmente llamada «El pueblo de Israel».
Esta es también la razón por la cual, Israel llega a ser llamado el «reino de sacerdotes». En el monte Sinaí Dios quiere usarlos a ellos para mostrarles a todas las otras naciones, como es Él.
El Rey Mesiánico
Y finalmente, esta es la promesa que es tomada por los profetas posteriores y poetas Bíblicos, quienes dicen que su cumplimiento vendrá a través del Rey Mesiánico de Israel, cuyo reino traerá justicia y paz a todas las naciones.
Ahora, en este punto de la historia, nada de esto está claro. Tan solo hay que seguir y ver cómo se desarrolla la promesa.
Abraham y su familia
El resto del libro se enfoca en Abraham y su familia. Primero, Abraham mismo, luego su hijo Isaac, luego su hijo Jacob y luego, los 12 hijos de Jacob.
Las historias de cada generación están unidas por dos temas principales. Cada generación de la familia de Abraham se caracteriza por reiterados fracasos. Ellos siguen tomando malas decisiones que echan a perder sus vidas y que ponen a las promesas de Dios en peligro.
Sin embargo, Dios se mantiene fiel a éstos. El sigue rescatándolos de ellos mismos y les reafirma su compromiso de bendecirlos y bendecir a las naciones a través de ellos a pesar de sus faltas.
La Alianza
En cuanto a las historias de Abraham: Dios le había prometido a Abraham una gigantesca familia. Pero en dos ocasiones distintas, el teme por su vida, porque a otros hombres les atrae su esposa y lo que hace es negar que estuviera siquiera casado con ella. Lo que, por su puesto, causa todos estos problemas.
Y no solo eso, Abraham y su esposa Sarah no pueden tener hijos. Así que Sarah hace los arreglos para que Abraham se acueste con una de sus mujeres sirvientas. Lo que también crea más problemas en la familia.
Pero en cada ocasión, Dios saca a Abraham del apuro y en los capítulos 15 y 17 Dios inclusive formaliza su promesa a Abraham con un compromiso oficial, llamado «Alianza». Dios invita a Abraham a mirar hacia arriba, a las estrellas de la noche y que las cuente. Y después le dice: «Así es, cuan numerosa será tu familia».
Abraham, el padre de todas las naciones
Y en contra de toda probabilidad, no teniendo hijos, ni manera de tener alguno por el momento, Abraham mira hacia arriba, al cielo, y simplemente confía en la promesa de Dios. Y Dios responde estableciendo una alianza con Abraham, prometiéndole que él iba convertirse en un padre de muchas naciones, para que la bendición de Dios llegara a todas las naciones.
Dios le pide a Abraham que marque a su familia con una señal de la alianza: Circuncisión de todos los niños varones en la familia. Este es un símbolo para recordarles que lo fructífero de su familia es un regalo de Dios. Y así, eventualmente Abraham llega a tener muchos hijos y muere a una buena y avanzada edad.
Jacob
En siguiente lugar, la historia de Jacob desarrolla estos temas de forma aún más dramática. Desde su nacimiento, Jacob vive de acuerdo con el significado de su nombre, el cual es: Engañador. El engaña a su hermano Esau, para que abandone su herencia y bendición. Y lo hace, nada menos que engañando a su viejo y ciego padre.
A partir de ahí se suceden las historias. Llega a tomar cuatro esposas, aunque en realidad solo amaba a una, Raquel. Esto crea muchas rivalidades en la familia. Lo único que humilla a Jacob es ser engañado por su tío Laban, quien lo engaña durante muchos años de su vida. Con esto el victimario se convierte en la víctima. Así, un Jacob humilde es el que retorna a su tierra natal.
Luego, en otra historia muy extraña, Jacob termina luchando con Dios, mientras demanda que Dios le bendiga. Dios honra su determinación y traspasa la bendición de Abraham sobre él y renombra a Jacob como «Israel», lo que significa «Lucha con Dios».
Los 12 hijos de Jacob (Israel)
Finalmente, en esta última parte del libro, en la que se narra la historia de los hijos de Jacob, es donde todos los temas llegan a un punto crítico. Jacob ama a su segundo hijo más joven, José, más que a cualquiera de los otros y le da a él una chaqueta especial.
Los diez hermanos mayores odian a José. Así que lo raptan y planean matarlo. Pero en vez de eso, finalmente deciden venderlo a la esclavitud, en Egipto, donde termina en prisión.
Es una clara muestra de fracaso familiar. Pero Dios esta con José y Él orquesta la liberación de José de prisión. Y Faraón termina elevando a José hasta ser el segundo en mando sobre todo Egipto. Ejerciendo este puesto, José salva la nación de Egipto, durante la hambruna. También termina salvando a sus hermanos y su familia de morir de hambre.
“Ustedes planearon esto para el mal, pero Dios lo planeo para el bien”
Entonces, vemos una vez más, como la estupidez y el pecado de la familia de Abraham es respondida con la fidelidad de Dios. Trastorna incluso el pecado de los hermanos en una ocasión para salvar la vida. Y esto es, lo que, de hecho, dice José a sus hermanos llegando al final del libro: “Ustedes planearon esto para el mal, pero Dios lo planeo para el bien, para salvar muchas vidas.”
Estas palabras están estratégicamente puestas al final del libro, porque resumen, no solo la historia de Jose y sus hermanos, si no el libro en su conjunto.
Desde Génesis 3 en adelante, los humanos actúan de forma egoísta y actuando con maldad. Sin embargo, Dios no va a abandonar al mundo a sus propios destinos. Él permanece fiel y determinado a bendecir a la gente, a pesar de sus fracasos.
Se puede ver esto especialmente en aquella misteriosa promesa sobre el descendiente de la mujer, que se va desarrollando a lo largo del libro. En Génesis 3, Dios prometió que este victorioso herido vendría y aplastaría a la serpiente y derrotaría al mal desde su origen. Luego, el autor conecta esta promesa directamente al linaje de Abraham. Esta es la manera como Dios va a traer su bendición a las naciones.
Desde Abraham, esta promesa es conectada a Judá, el cuarto hijo de Jacob y así es como ocurre: En un poema, extremadamente importante, en el capítulo 49, un envejecido Jacob, está en su lecho de muerte y quiere bendecir a sus doce hijos.
Cuando llega a Judá, Jacob predice que Judá se convertirá en la tribu de los líderes de la realeza de Israel. Que un día, llegaría un Rey que comandaría la obediencia de todas las naciones y que cumpliría la promesa de Dios de restaurar la bendición de Dios a todo el mundo.
Y luego, después de todo esto Jacob muere. Y más tarde José también muere. Y la creciente familia permanece en Egipto. El libro de Génesis termina con todas estas futuras esperanzas y promesas en el aire y sin desarrollar. Lo que obliga a continuar con los siguientes libros del Antiguo testamento, para ver como continúa todo eso. Pero esto ya forma parte de los siguientes libros, que podrá encontrar en el resumen del Pentateuco de la Biblia católica.
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